:: pepito grillo

El colectivo “The back of Earls Court” era un motor de sueños que toman la forma de escenas imaginativas. Surgieron de la crisis, en la Exposición Internacional del mismo nombre en la Tate Britain. Los jóvenes artistas, principalmente españoles mostraron una auto-reflexión de la naturaleza trascendental del arte, y el subconsciente colectivo a través de sus no-trabajos. Su experiencia traspasó la galería, pues compartían residencia y vida en el Londres más nebuloso, bilingüe y sensual.

imagen::pepitogrillo
“puntos, rayas, espirales” 2011
bocetos preparatorios para grabado

Cuando la Tate era aún la única Tate, algunos frecuentábamos el coffee shop del sótano. Pululaban por allí un ramillete de amigos ilusionantes que rompieron fronteras artísticas, con ganas de prosperar y de conquistar el universo. Unos procrearon, otros desaparecieron, del mundo o de la magia. La vida es un cuento que a veces termina regular. “Pepito Grillo” era el simpático personaje que acompañaba al protagonista, diseñado por Ward Kimball para Disney en la adaptación de la novela de Carlo Collodi, “Las aventuras de Pinocho”. En aquella ciudad fascinante y virgen, todos queríamos ser Pinocho, ser muy alegres. El niño de madera que portábamos en el interior, siempre se hacía acompañar por un amigo, convertido en grillo, que asumía las veces de su conciencia, indicándole cuál era la mejor decisión. El Pepe creativo fue el grillo de aquel grupo, la conciencia de artista de ese colectivo de jóvenes, en la trastienda de Earls Court.


Pasado un tiempo, este Licenciado en Bellas Artes, siempre de regreso, sigue multiplicando su obra y su carrera. En su proyecto hay diferentes obras de muy variados formatos. Transmite conceptos a través de la pintura, de la plástica, del escenario; o a través de la animación. Se vale de diferentes medios, con un objetivo: “reflexionar sobre la conciencia y el arte”. Como un pequeño ángel nos regala, a través de su obra, la verdad. En su último video confiesa “Cuando me siento brillante me compadezco de cualquier artista que no sienta lo mismo en la noche elegida” Sin embargo la obra de “Pepitogrillo” no siempre es condescendiente, sobre todo consigo mismo, también es a veces diablo que tienta, una fantasía en el cerebro del espectador, al que permite sentir sin límites. _ Zarlos Ortiz