>POETICAS>calber

___________________________ Guadalupe Grande
un caballo es un caballo no es un caballo

 (…)

 a las nuevas generaciones les diría memorizad algún
verso que exprese verdad o belleza os puede ser útil en
la vida mi marido no tuvo nada que ver con la quie-
bra del banco solo era el cajero fue el presidente
thomas rod y de la falta de escrúpulos del sirvengüen-
za de su hijo pero al que metieron en la cárcel fue a mi
marido y yo me quedé sola con dos hijos que alimen-
tar vestir y llevar al colegio lo hice los dejé en el mundo
limpios y fuertes siempre siguiendo la enseñanza del
poeta pope cumple bien con tu papel en ello reside
todo el honor


___________________________ Marta Agudo

Con la coquetería de la mujer que duerme con los pendientes puestos, con el dolor de lo incoloro me iré para clasificar lo que sí y lo que no, el margen de lo respirable. La pantalla del futuro es un coágulo de historias que no tienen por qué suceder. Cerrazón del espejo, mirada ancha, ¿cómo repercute el magma de la historia en este cuerpo de niño jugando entre la arena? Cadena de siglos, pero siempre cuatro extremidades acabadas por cinco uñas que se mantendrán mientras la circulación, mientras el deseo de arañar, mientras el sol cubra la mente y comparta el deseo de ser ciclo de algo.


Historial. Calambur 2017

___________________________ Gonzalo Rojas

Orquídea en el gentío 
Bonito el color del pelo de esta señorita, bonito el olor
a abeja de su zumbido, bonita la calle,
bonitos los pies de lujo bajo los dos
zapatos áureos, bonito el maquillaje
de las pestañas a las uñas, lo fluvial
de sus arterias espléndidas, bonita la physis
y la metaphysis de la ondulación, bonito el metro
setenta de la armazón, bonito el pacto
entre hueso y piel, bonito el volumen
de la madre que la urdió flexible y la
durmió esos nueve meses, bonito el ocio
animal que anda en ella.
___________________________Vicente Aleixandre

La plaza
Era una gran plaza abierta, y había olor de existencia.
Un olor a gran sol descubierto, a viento rizándolo,
un gran viento que sobre las cabezas pasaba su mano,
su gran mano que rozaba las frentes unidas
y las reconfortaba.

Y era el serpear que se movía
como único ser, no sé si desvalido, no sé si poderoso,
pero existente y perceptible, pero cubridor de la tierra.

Allí cada uno puede mirarse y puede alegrarse
y puede reconocerse.
Cuando en la tarde caldeada, solo en tu gabinete,
con los ojos extraños y la interrogación en la boca,
quisieras  preguntar algo a tu imagen,

no te busques en el espejo,
en un extinto diálogo en que no te oyes.
Baja, baja despacio y búscate entre los otros.
Allí están todos, y tú entre ellos.
Oh, desnúdate y fúndete, y reconócete.

___________________________ Eduardo García

Vuelta a casa
Hay un hombre que grita en el vagón del metro.
Yo he visto allá en sus ojos la lenta caravana
de imágenes heridas, de minuciosas sombras
que acuden a su encuentro con el gesto de siempre,
con el gesto que nunca volverá a contemplar.

Siente el peso en los hombros de unas manos de sombra.
Le reclaman. Se vuelve. Ahora está con ellas.
Esboza una sonrisa que se quiebra de pronto.
Su dolor se dilata, se le escapa del pecho.
Recorre ya las vías. Invade la ciudad.

Hay un hombre que grita con los labios sellados.
De "Horizonte o frontera" Hiperión 2003

___________________________ Agustín Fernández Mallo 


La casa convierte en 3 las 4 [infinitas] dimensiones de los sueños.
Las 3 de la casa las reduce a 2 el papel.
La escritura contrae ese papel a un hilo de tinta de dimensión única.
La metáfora concentra lo escrito en un punto sin dimensión y se propaga infinita sobre lo escrito:
regresas a aquellas dependencias del sueño. Por la noche 
llegas a casa, encajas
la llave en la cerradura. Se pone en marcha
un mecanismo solo a ti reservado.

Poesía con matemáticas, incluidos en "πoetas" 



___________________________ Ana Martín Puigpelat

Existió una naranja,
pequeña como el mundo de tus ojos.
Fui incapaz de comerla
y la devolví al árbol nuevamente
por no verla morir entre mis manos.

Naranjas robadas 

___________________________ Leopoldo María Panero

Vaso
Wakefield, quien por una broma
se perdió a si mismo.
Hablamos para nada, con palabras que caen
y son viejas ya hoy, en la boca que sabe
que no hay nada en los ojos sino algo que cae
flores que se deshacen y pudren en la tumba
y canciones que avanzan por la sombra, tam-
baleantes mejor que un borracho
y caen en las aceras con el cráneo partido
y quizá entonces cante y diga algo el cerebro
ni grito ni silencio sino algún canto cierto
y estar aquí los dos, al amparo del Verbo
sin hablar nada ya, con las bocas cosidas
las dos al grito de aquel muerto
mientras caen las estatuas y de aquellas iglesias
el revoque es la lluvia fina pero segura
sobre ese suelo inmenso que bendicen cenizas
y caen también las cruces, y los nombres se borran
de amores que decían, y de hombres que no hubo
y de pronto, en el bar, tan solos, sí tan solos,
me asomo al pozo y veo, en la copa un rostro
grotesco de algún monstruo
que ni morir ya quiere, que es una cosa sólo
que se mira y no ve, como un hombre perdido
para siempre al fondo de los hombres
extranjero en el mundo, un extraño en su cuerpo
una interrogación tan sólo que se mira sin duda
con certeza, perdida al fondo de ese vaso.

"El que no ve" 1980

___________________________ Carlos Germán Belli

Nudo

Esa increíble infinitud del orbe
no codicio ni un mínimo pedazo,
mas sí el espacio de tu breve cuerpo
donde ponerme al fin a buen recaudo,
en el profundo de tus mil entrañas,
que enteras conservaste para mí.
Al diablo el albedrío de la vida,
sumo don de los hados celestiales,
y nada más que estar en ti prefiero
sujeto a tu carnal y firme lazo,
que si vas a las últimas estrellas
contigo ir paso a paso yo también.
Es así el vivir día y noche siempre
bien atado a ti con el carnal nudo,
aunque en verdad del todo libremente.
pues de la tierra al cielo voy y vengo.

"Bajo el sol de la medianoche rojo". Premiá, 1990

___________________________ Rafael Alberti

Ángel de las bodegas

Fue cuando la flor del vino se moría en penumbra
y dijeron que el mar la salvaría del sueño.
Aquel día bajé a tientas a tu alma encalada y húmeda,
y comprobé que un alma oculta frío y escaleras
y que más de una ventana puede abrir con su eco otra voz, si es buena.
Te vi flotar a ti, flor de agonía, flotar sobre tu mismo espíritu.
(Alguien había jurado que el mar te salvaría del sueño.)
Fue cuando comprobé que murallas se quiebran con suspiros
y que hay puertas al mar que se abren con palabras.

Rafael Alberti. Sobre los ángeles, 1927-28



___________________________ Pedro Salinas

Amsterdam

Esta noche te cruzan 
verdes, rojas, azules, rapidísimas 
luces extrañas por los ojos. 
¿Será tu alma? 
¿Son luces de tu alma, si te miro? 
Letras son, nombres claros 
al revés, en tus ojos. 
Son nombres: Universum, 
se iluminan, se apagan, con latidos 
de luz de corazón. Universum. 
Miro; ya sé; ya leo: 
Universum cinema, ocho cilindros, 
saldo de blanco junto a las estrellas. 
Te quiero así inocente, toda ajena, 
palpitante 
en lo que está fuera de ti, tus ojos 
proclamando las vívidas 
verdades de colores de la noche. 
Las compraremos todas 
cuando se abran las tiendas, ahora mismo 
-Universum cinema-, cuando bese 
las luces de tu alma, sí, las luces, 
anuncios luminosos de la vida 
en la noche, en tus ojos. 

De Fábula y signo (1931)


___________________________ Mariano Peyrou


La pequeña realidad en el momento fisura
no más calor que una bombilla de cien vatios
hoy apenas más luz
el fogonazo inmenso y nunca más
todas sus horas concentradas tiempo cero
el insecto al fin dentro de la bombilla
deseando salir
escasa verdad lenta
pulso constante al arrepentimiento
la máxima confianza en el latido
tajo en las venas el flujo indiferente
veloz inmensa claridad
ahí angosta la palabra habitable
tajo en las cuerdas vocales el flujo detenido

Poema VI, Temperatura. Voz de Mariano Peyrou


___________________________ Mark Strand

Mantener las cosas juntas

En el campo
soy la ausencia
de campo.
Siempre
es así.
Dondequiera que esté
soy lo que falta

Cuando camino
parto el aire
y siempre 
vuelve el aire 
a ocupar los espacios
donde estuvo mi cuerpo.

Todos tenemos razones 
para movernos. 
Yo me muevo 
para mantener las cosas juntas. 

Mark Strand EEUU 1934 en Sólo una canción, 
Ed. PRE-TEXTOS. Traducción Eduardo Chirinos- En inglés